Pues no, no vamos a hablar de aranceles, aunque sí hablaremos indirectamente de Trump, no hace ni falta nombrarlo, esta muy presente.
Siempre hay que tener al día unos minutos de recuerdo hacia Gaza y este es el momento. No nos olvidemos nunca de Gaza y del pueblo palestino.
Entre el Genocidio y la hipocresía internacional actuales, el conflicto en Palestina es uno de los más largos y sangrientos de la historia contemporánea. Lo que comenzó como una disputa territorial a mediados del siglo XX se ha convertido en un genocidio encubierto. Israel, con el respaldo incondicional de Estados Unidos y la inacción cómplice de la comunidad internacional (Europa incluida), ha llevado a cabo una campaña sistemática de exterminio, desplazamiento y opresión contra el pueblo palestino. Y da lo mismo quien haya gobernado: Demócratas o Republicanos dan lo mismo unos que otros.En base a esto: ¿podríamos decir que los gobiernos de Estados Unidos también son genocidas? Yo pienso que SI.
Desde que Trump es presidente de EE.UU, ya ha recibido 2 veces a Netanyahu en La Casa Blanca.
Desde 1948, cuando cientos de miles de palestinos fueron expulsados de sus hogares, hasta las recientes masacres en Gaza y también en Cisjordania (que no se nos olvide), Israel ha utilizado tácticas de guerra de exterminio, bombardeos indiscriminados y asfixia económica para reducir a los palestinos a una mera estadística de sufrimiento. Los asentamientos ilegales, las demoliciones de hogares y el bloqueo total a la Franja de Gaza han convertido la vida en Palestina en una condena perpetua.
A pesar de la brutalidad del asedio, Palestina sigue resistiendo. La lucha del pueblo palestino no es solo por la tierra, sino por su derecho a existir, a vivir sin miedo y a ser reconocidos como una nación con dignidad y derechos. La comunidad internacional debe dejar de mirar hacia otro lado y enfrentar la realidad: lo que está ocurriendo en Palestina no es un conflicto, es un genocidio y una limpieza étnica sistemática.
La historia ha demostrado que ningún régimen opresor es eterno. La resistencia palestina, la solidaridad internacional y la creciente presión sobre Israel pueden ser el principio del fin de esta injusticia histórica. Pero para que esto ocurra, el silencio cómplice debe transformarse en acción contundente.
Nunca van a conseguir terminar con el pueblo Palestino, con su identidad y con sus sentimientos. Hagan lo que hagan, lo quieran o no: A esa tierra, siempre la llamaremos Palestina

